La cirugía de los párpados recibe el nombre de blefaroplastia. En muchas personas, debido a la laxitud de la piel por la edad o simplemente por condiciones genéticas, se produce la caída de los párpados superiores y la aparición de bolsas grasas en los inferiores. Estas condiciones pueden dar a la mirada un aspecto cansado, haciendo que el paciente aparente una mayor edad e incluso, en casos extremos, obstruyendo la visión.
¿En qué consiste la blefaroplastia? Mediante la cirugía podemos extirpar el exceso de piel de los párpados y las bolsas grasas. Esta cirugía se realiza bajo sedación y de forma ambulatoria, por lo que la reincorporación a la vida habitual es muy rápida. El proceso de curación es gradual, por lo que se debe esperar un tiempo para ver el resultado definitivo.
Es conveniente que aquellos pacientes que se vayan a someter a esta cirugía estén familiarizados con su postoperatorio para que conozcan aquellos síntomas normales y la forma más recomendable de actuar:
- Inflamación en los párpados: Es muy común que tras esta intervención los párpados se inflamen e incluso aparezcan amoratados en algunas zonas. El paciente puede sentir muy tensa el área alrededor de los ojos. Esta inflamación se reabsorbe y resuelve en la mayoría de los casos durante la primera semana. Sin embargo, es recomendable que el paciente descanse con la cabeza elevada y coloque compresas frías sobre sus párpados para ayudar y acelerar este proceso.
- Lagrimeo o sequedad: Es común tras la intervención que aparezcan molestias leves en los ojos (“sensación de arenilla”) que incluso dificulten en un bajo grado la visión. Es por ello que se suelen recetar pomadas o colirios para aliviar estos síntomas. También es recomendable que el paciente lleve gafas de sol durante las primeras semanas para proteger los ojos de la sequedad y el aire.
- Esfuerzo físico: Es recomendable que durante los primeros diez días tras la cirugía el paciente evite el esfuerzo físico y haga reposo relativo. Esta recomendación busca evitar un aumento en la tensión arterial que pudiese producir un pequeño sangrado y prolongar el postoperatorio.
- Puntos de sutura: Tras la cirugía el paciente porta unos puntos de sutura intradérmicos (por dentro de la piel) de los que solo se ven los extremos. Es importante que evite manipular esta sutura o tirar de ella, puesto que esto puede hacer que la cicatrización se prolongue. Normalmente el cirujano quitará los puntos a los cinco días de la intervención.
Aquí tenéis la entrevista que me hicieron en Radio Huesca en la que habl0 del tema.